Loewe Oro Collection 2012, o el postmodernismo hecho spot

El primer paso a la hora de llevar a cabo una crítica es reflexionar. Tomarse el tiempo necesario para ver, pensar y dictaminar. Eso es lo que he tratado de hacer desde que la semana pasada llegó a mi pantalla el anuncio de ‘Loewe Oro Collection 2012’. Cierto es que no he ocupado la semana entera visionando esos tres minutos y medio de imágenes de aire desenfadado y música circense, todo ello aderezado con absurdos tópicos. 

El vídeo de youtube llegó a mis manos como suele ocurrir con estas cosas: de una forma casual y por varias vías. Como un elefante en una cacharrería, el anuncio se coló en mis redes sociales acabando con la imagen que tenía de Martín Rivas. No es que yo sea seguidora de ‘El internado’ u otros trabajos que haya realizado el joven actor. Mi respeto hacia el mismo se basaba en unos pilares mucho más vagos y fortuitos: la profunda admiración que siento hacia su padre, el escritor y periodista Manuel Rivas. Quizás por eso mi primer y segundo pensamiento respectivamente al ver el vídeo fue: “¿Qué pensará tu padre de esto? y ¡Cuántas conversaciones transcendentales a la hora de la comida echadas a perder…!”.

No me sorprendieron el resto de participantes. Quizás porque no los conocía. Quizás porque no me interesaban. Tampoco me llevé ninguna sorpresa con el discurso del vídeo. ¡De todo hay en la viña del señor! No obstante, sí me llamó la atención que, ante el revuelo ocasionado en las redes sociales (puesto que el asunto llegó a convertirse en trending topic en Twitter), el director creativo de dicha campaña tuviese la osadía de decir que ésta representaba a la mayoría de la juventud española. No, querido Luis Venegas, dicho anuncio no me representa a mí ni a mis allegados.

Sin embargo, he de reconocer y reconozco que dicho vídeo puede reflejar, en parte, la sociedad postmoderna en la que vivimos. Todos tenemos voz propia y todas las opiniones parecen tener la misma validez. Una época postmoderna en la cual, debido en parte a las nuevas tecnologías, todos creemos llevar dentro un artista. Todos pensamos poseer una capacidad creadora sin parangón. Llevar un intelectual dentro. Quizás esa especie de ‘Pepito Grillo’ que todos creemos poseer es el que llevó a los ‘intelectuales’ del vídeo de Loewe a decir cosas tan profundas como “estar enamorado es superguay” o “mucho bueno vino”, entre otras lindezas.

Por otro lado, y más allá de la estrategia de ligar la firma de lujo madrileña con los ‘hijos de’, hay que reconocer que el fenómeno viral llevado a cabo por Loewe ha sido un éxito rotundo. Ha logrado, de un plumazo, que todos aquellos que no íbamos ni vamos a comprar sus productos hablemos de una marca de la cuál, hasta el momento, la mayoría desconocíamos hasta su origen español. Asimismo, ha conseguido que aquellos que son el público objetivo de dicha campaña tengan, si cabe, más ganas de comprarse el último bolso de la marca con tal de diferenciarse de todos aquellos que hemos sido críticos con las actitudes promovidas por el spot. Y, por último, ha sido capaz de que dicha polémica haya pasado desapercibida para su target tradicional, debido a su escasa familiarización con las nuevas tecnologías y las redes sociales. En definitiva, una exitosa campaña a corto plazo de la que quizás no hayan sabido prever el impacto que tendrá en su imagen de marca a largo plazo…