Terapia. Cada día barajo más seriamente la
posibilidad de necesitar terapia. Desde hace algunos meses, puede que incluso
años, veo una referencia a la crisis financiera, bien directa o indirecta, en
cada faceta de mi vida. Dicha obsesión me lleva a plantearme si realmente
necesito terapia o es el clima social el que necesita medicación. Desde las
conversaciones de cafetería al cine, pasando por los rincones más
insospechados, todo me termina obligando a pensar en la dichosa crisis. ¡Y como
no! ‘De ratones y hombres’ no iba a ser una excepción…
Fui a ver la obra de teatro ‘De ratones y
hombres’, que se representa en el Teatro Español hasta el próximo 27 de mayo,
alentada por el buen recuerdo que me había suscitado la lectura de la novela,
escrita por John Steinbeck, en mi adolescencia. También la película, dirigida
por Gary Sinise, había dejado en mí un buen sabor de boca. Mis altas
expectativas únicamente podían desembocar en un sentimiento de decepción... Por
suerte, no fue así. La maravillosa historia del libro había sido trasladada al
escenario con puntos y comas. Contaba, asimismo, con un añadido: la
espectacular puesta en escena.
‘De ratones y hombres’ cuenta la historia de
dos jornaleros, George y Lennie, que viajan por Estados Unidos en busca de
granjas en las que trabajar por dinero. Dos amigos que persiguen un sueño:
ahorrar suficiente como para poder comprarse una pequeña casa en la que vivir.
Es la historia de todos y cada uno de nosotros. La del sacrificio presente en
pos de un mañana mejor. La lucha por los sueños. La persecución de una utopía…
Pero George y Lennie no son como el resto.
Ellos son diferentes. Al contrario que los otros hombres, ellos viajan juntos y
cuidan uno del otro en un mundo marcado por la Gran Depresión y dominado por
los instintos más básicos. Un entorno animalizado en el que su amistad es
siempre malinterpretada, y en el que Lennie, que sufre un retraso mental, es un
incomprendido. Una dura realidad que recuerda a la difícil situación actual, en
la que los sueños parecen resbalarse entre los dedos debido a causas ajenas.
A la maravillosa historia se suma la
brillante interpretación de Fernando Cayo, en el papel de George, y de Roberto
Álamo como Lennie. Una interpretación soberbia que me hizo recordar porqué me
gusta tanto el teatro. Roberto Álamo desarrolló a la perfección su rol. El de
un hombre que provoca ternura y temor a partes iguales. Por su parte, Fernando
Cayo brilla con luz propia en el escenario. Una dicción impecable y una
fantástica proyección de voz son sólo algunos de los adjetivos imprescindibles
a la hora de calificar su actuación. Una magistral actuación que logró acaparar
las miradas sobre su persona, a pesar de contar con un papel menos lucido que
el de Roberto. No obstante, el elenco de actores llevó a cabo un trabajo
fascinante y enternecedor, acompañado de una magnífica puesta en escena y unos
espectaculares cambios de escenario influenciados por las técnicas
cinematográficas. Asimismo, el trabajo del equipo de iluminación merece una
mención especial, puesto que logran crear un clima mágico en el que poder
disfrutar de semejante obra.
FICHA ARTÍSTICA:
Dirección: Miguel
del Arco
Reparto: Fernando Cayo, Roberto Álamo, Antonio Canal, Rafael
Martín, Josean Bengoetxea, Irene Escolar, Eduardo Velasco, Diego Toucedo, Alberto
Iglesias, Emilio Buale
Versión española: Juan Caño Arecha y Miguel del Arco
Espacio escénico: Eduardo Moreno
Iluminación: Juanjo Llorens
Diseño de sonido: Sandra Vicente - Estudio 340
Creación musical: Arnau Vilà
Vestuario: Ana López
Coreografía: Chevi Muraday
DATOS DE INTERÉS:
Fechas: del 12 de abril al 27 de mayo de 2012
Lugar: Sala Teatro Español - Sala Principal
Horario: de martes a sábado 20h. Domingos
18h.
Precio de la entrada: de 4 a 22€. Martes y
miércoles 25% dto.
Duración: 120 min. aprox. (sin intermedio)
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