Muerte
y destrucción. Cuando te hablan de fotogramas de posguerra respiras hondo y te
preparas para enfrentarte a una imagen desoladora… Un escenario apocalíptico,
en el que reine la hambruna y la pobreza se apodere de cada milímetro del
celuloide. Sin embargo, ‘Fotogramas de posguerra, 1946-1962’, la exposición
inaugurada el pasado sábado 2 de junio en el Matadero de Madrid, poco o nada
tiene que ver con esa idea.